Un libro abierto sin prólogo en Sin bragas no hay miedo, del que vuelan hojas de árbol

Sin prólogo en «Sin bragas no hay miedo»

Nunca había pensado que el libro Sin bragas no hay miedo tuviera ningún prólogo. De hecho no lo lleva.

Los motivos por los que los libros llevan un prólogo son de variada índole. En ocasiones pueden servir para presentar al autor, resaltar sus logros o explicar su trayectoria. Otras veces su finalidad será ponernos en contexto histórico y hacernos comprender mejor el contenido del libro. Puede que también se aproveche para realizar agradecimientos o ahondar en el tema del libro. 

En cualquier caso lo normal es que este prólogo lo realice alguna persona distinta al autor, ya sea un amigo, un editor u otra persona con determinados conocimientos y que pueda tener alguna relación con el contenido de la obra. Huelga decir que, siempre será una crítica positiva, pues su intención es estimular la lectura de la obra. 

Sin bragas no hay miedo sin prólogo

Llegados a este punto tenía claro que no iba a contar con nadie así para realizar el prólogo, pero entonces cayó en mis manos Por si las voces vuelven, el libro de Ángel Martín. Me dije que sería estupendo conseguir que alguien que había tratado el tema de la salud mental con ese acierto y al tiempo con ese humor,  pudiese hacer  prólogo de mi modesta obra. Esta no llega a tratar en profundidad la cuestión de la enfermedad mental, pero sí la de las ansiedades y los miedos que a menudo desembocan en la misma. Pienso que, en su libro y con su estilo,  Ángel, logra infundir esperanza a todas aquellas personas que atraviesan momentos así. Por supuesto os lo recomiendo.

Un escritor sentado mirando el libro sin prólogo de Sin bragas no hay miedo

No tenemos bragas, ni miedo, ni prólogo

Como era de esperar, hasta la fecha, no solo no he conseguido que realice el prólogo del libro, ni siquiera he recibido respuesta negativa a mi solicitud. En su disculpa diré que no es que me  haya ignorado, lo más probable es que mi mail esté perdido entre los miles que recibirá a diario. Pero la esperanza es lo último que se pierde, y si en algún momento decide hacerlo lo estaré esperando encantado. 
Sin bragas no hay miedo está,  en estos momentos, en proceso de edición, ¡Venga Ángel! que estamos a tiempo.

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